sábado, 30 de julio de 2011

Bye, bye Newport.

Antes de terminar este blog me gustaría hacer una reflexión sobre el viaje teniendo en cuenta los diferentes aspectos que forman parte de esta experiencia. Casi todos los padres lo que buscáis en estos cursos es una experiencia lingüística lo cual es perfectamente entendible y positivo. El idioma es fundamental, y debe serlo, pero hay otros aspectos que, cuando acompañas a un grupo de adolescentes en estos viajes, te das cuenta de lo importantes que son. Y tan importante o más que el aspecto lingüístico.

Experiencia lingüística
Experiencia cultural
Experiencia social
Experiencia personal

Antes de entrar en estos otros aspectos me gustaría hablar sobre el aprendizaje de inglés. Sin duda, este curso en Newport ofrece unas condiciones muy favorables para la práctica y el aprendizaje de inglés: clases por la mañana, debates, películas en inglés, charlas en inglés y lo que es más importante un entorno donde el inglés es el idioma hablado por todo el mundo de forma mucho más intenso y natural que el entorno que se puede crear en cualquier aula. Pero aunque estés en Newport hay que esforzarse  para poner en práctica los conocimientos adquiridos durante tantos años... de la misma manera que ir al gimnasio y ver cómo los demás hacen ejercicio no hará que estés en forma… desafortunadamente. Igual que hay que trabajar y sudar para estar en forma, hay que trabajar para aprender inglés. Creo que es importante que este mensaje quede claro, sobre todo a los estudiantes, ya que al fin de al cabo son ellos los más interesados en alcanzar un buen nivel de inglés. Creo que han aprovechado bien su estancia en Newport y se han relacionado en inglés con los asistentes y sus amigos y compañeros.

Como habéis podido comprobar a lo largo del blog han pasado mucho tiempo en contacto con americanos:

Paseando con Kathleen

Pablo jugando al billar con Brian
Dan explicando a Alejandro cómo jugar al baseball
Marta y Cecilia haciendo manualidades con Kathleen
Brian comiendo con Laura y Marta
Dan explicando a Pablo cómo lanzar la pelota de rugby

4 amigos

Maria Huertas enseñando a Lauren cómo bailar

Paula, Cecilia y Laura enseñando a Kathleen

En clase sé que han aprovechado el tiempo y han participado en inglés




Creo que es importante que estas reflexiones sobre el esfuerzo las hagáis con vuestros hijos, que sepan que solo ellos pueden hacer que los resultados en sus estudios sean satisfactorios y que son sus acciones las que les harán disfrutar de las consecuencias positivas que conlleven o lamentarse de las consecuencias que no les agraden. En general he notado claramente que todos los estudiantes se han ido metiendo en el idioma, sobre todo a partir de la mitad de la segunda semana. Algunos estudiantes tienen una soltura que les permite tratar todos los temas que han salido con mucha naturalidad y da gusto ver los frutos de tanto esfuerzo. Es importante ahora marcarse objetivos, dónde estoy en cuanto a mi nivel de inglés, dónde quiero llegar, cuándo quiero llegar allí y sobre todo: cómo alcanzaré mi objetivo. Hay que tener objetivos realistas según las habilidades y capacidades de cada uno pero sobre todo compromiso, interés, un plan a seguir y trabajo. Antes de terminar con el idioma quiero recordaros que hoy en día la gran mayoría de las personas que hablan inglés de forma fluida no son nativos y la gran mayoría de conversaciones y comunicación en inglés se realiza entre personas cuyo idioma nativo no es el inglés. Por eso, para que los jóvenes puedan desenvolverse en inglés de forma satisfactoria deben saber comunicarse en inglés no solo con británicos, americanos, australianos y otros nativos sino con italianos, alemanes, chinos japoneses y, por supuesto, otros españoles porque en un futuro cercano esas serán las personas con las que se comunicarán en inglés. Un ejemplo de esto lo hemos tenido estas semanas en Newport donde cada semana ha habido una conferencia de unas 100 personas de diferentes nacionalidades, con diferentes lenguas maternas pero todos trabajaban y se comunican en inglés. Inglés es la lengua franca, que es la lengua que se adopta cuando no hay una lengua común.


Otro aspecto que ceo que es esencial es el cultural. Los estudiantes al llegar a Estados Unidos se meten en una cultura diferente de golpe. Sí, la gente habla otro idioma pero hay otros muchos aspectos que les llama la atención, les sorprenden y los comentan. Estas diferencias pueden ser desde cosas tan sencillas como los pinta uñas que a las adolescentes les encantaron, los coches que a los chicos les llaman mucho la atención, el rollo automático de toallas de papel de los  cuartos de baño, los huevos para desayunar, un partido de baseball… 


Javier desayunando pancakes

Ignacio desayunando waffles
Cosas cotidianas pero que para ellos son nuevas. Estas diferencias se van haciendo más profundas a medida que conoces el país y sobretodo a la gente. Empiezan a ver que la gente practica otros deportes, que las personas que forman el país son de orígenes muy diferentes como Irlanda, Polonia, Escocia, Italia. Que conviven muchas religiones, que las celebraciones no coinciden con las que ellos conocen. Estas diferencias más profundas son las que realmente dan identidad a un país y a lo largo de este mes los estudiantes han podido aprender aspectos culturales de Estados Unidos. Han hablado de la época de la esclavitud en clase y también hemos hemos visto una película sobre este tema y hemos ido a una charla.



Creo que participar en otras culturas y aprender sobre ellas y de ellas es fundamental sobre todo en un mundo cada vez más conectado tanto tecnológica como físicamente  en el que las fronteras cada día se cruzan con más rapidez y facilidad.

En cuanto al aspecto social, los estudiantes han tenido la oportunidad de relacionarse con otros estudiantes, algunos de otros países, otros de otros lugares de España, y sobre todo con Kalyna, Kathleen, Lauren, Dan y sus amigos y compañeros americanos de la universidad. Brian también ha pasado mucho tiempo con nosotros. 

Brian como uno más del grupo

Alejandro con Brian y sus amigas

Es importante que sepan convivir con personas de diferentes lugares, con costumbres diferentes, de diferentes edades. Está bien que salgan de la hegemonía que se suele dar en su entorno más cercano donde normalmente se relacionan con personas de su edad, que viven en el mismo barrio y con las que comparten aficiones y gustos. A esta edad los amigos y compañeros son un soporte muy importante, tan importante que si se tambalea se les viene el mundo abajo. En este sentido, creo que el grupo ha sabido mantenerse unido apoyándose los unos en los otros, pero al mismo tiempo se han relacionado con otras personas y han utilizado en inglés fuera del aula no solo durante los deportes, las actividades programadas y las excursiones sino, quizá más importante, de forma natural a lo largo del día en las comidas, mientras veían la tele, se pintaban las uñas, se hacían trenzas, iban a las tiendas o se contaban confidencias.

Por último me gustaría tratar el aspecto que considero quizá más importante: el crecimiento y desarrollo personal. La mayoría de los jóvenes de nuestro entorno hoy en día están acostumbrados a un nivel de confort y comodidad muy alto. No quiero juzgar nada ni a nadie, creo que esta observación es bastante objetiva y no creo que sea bueno ni malo… siempre y cuando los jóvenes tengan los recursos suficientes para poder desenvolverse en la vida por ellos mismos en un momento dado. ¿Les damos el pez o les damos la caña? 

En este sentido he intentado marcar unas pautas durante toda la estancia para que sean ellos los que resuelvan sus asuntos. Algunos estudiantes al principio  acudían a mí con preguntas o peticiones que no les he resulto simplemente porque habían elegido la opción más fácil: acudir a mí. En esos casos les he dirigido a la biblioteca donde podían encontrar ellos mismos la información o preguntar a los monitores o hablar con las profesoras sobre su nivel o la clase. Mi actitud ha sido la de darles pistas de cómo resolver ellos mismos sus asuntos. Cuando ha habido temas importantes evidentemente he intervenido aunque afortunadamente no ha habido muchas situaciones que han requerido mi intervención y ninguna de gran importancia. Creo que a algunos padres les puede dar miedo que sean los hijos los que resuelvan sus asuntos y pueden sentirse tentados a actuar por ellos cuando los hijos pueden o deberían estar preparados para resolver estos asuntos ellos mismos. Entiendo este posible miedo ya que se pierde el control y deja paso a la incertidumbre lo cual inquieta a cualquier padre pero hay que saber ir soltando cuerda  a medida que los hijos pueden ir resolviendo. La clave es no soltar demasiada cuerda pero tampoco impedirles el movimiento. Os quiero dar las gracias por confiar en St. James para este viaje y daros la enhorabuena por atreveros a soltar un poco de cuerda para permitir que vuestros hijos se muevan en un espacio más amplio. Es la mejor forma de aprender. Tener estas experiencias les permite por ejemplo hacer cosas que quizá no tendrían oportunidad de hacer, como hablar en publico sobre tolerancia:


Que sepáis que vuestros hijos han tenido una actuación muy buena en general y aunque les he tenido que llamar la atención en algún momento sobre la puntualidad, los ruidos por las noches, la limpieza de las zonas comunes no han hecho nada que no entre dentro de lo esperado de un grupo de adolescentes....y lo más importante: han ido mejorando estos aspectos. Quería resaltar un comentario que he escuchado muchas veces de los jóvenes que no me ha gustado mucho: “no he sido yo” “no era mío”. Esto lo he oído sobre todo al salir del comedor  y pedirles por favor que recogieran la mesa. Las mesas hay que dejarlas limpias al irse de la misma manera que están limpias cuando llegamos. Esa respuesta individualista de “no era mío” no creo que sea la más positiva. He intentado que se dieran cuenta de que eran un grupo tanto para hacer deportes o pintarse las uñas como para recoger y si alguien no ha recogido su vaso lo que un amigo hace es recogerlo por él. Quizá no todos los días, pero de la misma manera que esperas que tus amigos estén contigo, tú debes estar con ellos. Son adolescentes y se sirven del grupo en algunos momentos y, sin embargo, en otros momentos solo se ven a ellos mismos. Parte del desarrollo a esa edad. Confío que entiendan que vivimos en familia, estudiamos en grupo, trabajamos en equipo, hacemos deporte con otros jugadores y que la vida transcurre en grupos y en sociedad y que debemos aprender a convivir con los demás de la forma más sana posible. La verdad es que en general han actuado muy bien y estoy muy contento con el grupo. Me ha gustado verles  lavar su ropa.

Javier lavando la ropa